Lo bueno, (o malo) de no ser de la ciudad donde vives es que a la hora de casarte, empiezan a salirte despedidas de debajo de las piedras.
Este fin de semana me ha tocado ir con los primos, tíos y padre de mi novia. En contra de lo que pueda parecer, (yo no lo dudaba), nos lo pasamos bastante bien.
Llevarse bien con tus suegros es un regalo del cielo, pero ya salir por ahí un Viernes con él y todos los hombres de mi futura familia política, todos con caretas de Darth Vader, (la mía rosa)... eso no tiene nombre.
Luego, el Sábado, aprovechando la despedida de ella, los novios/maridos que nos quedamos de rodriguez nos fuimos a comer por ahí, luego una carrerita en los karts, (divertidísimo), cenita y copas toda la noche...
Un fin de semana completo... eso sí, el Domingo, destrozado, y es que la edad no perdona.
¡¡A todos muchas gracias!!
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