El Mito de las Despedidas

A parte de la ingesta de cantidades indecentes de bebidas de alta graduación alcohólica, no hay que creerse, (ni esperarse) mucho más de una despedida de soltero...

Al final, con unas cuantas botellas y un pisito en la playa, se pasa el fin de semana con los amigos y se pica uno jugando a los dados...cualquier juego vale para ehcar un buen rato.

Eso fué mi despedia, (al menos la primera), donde lo más emocionante fue la zambullida de madrugada del aquí mi persona: el"incauto". Tras, digan lo que digan, un complot para hacerle perder a los chinos tras un par de torpezas propias, un castigo no muy fuera de tono y sin muchas complicaciones.

Miedo me dan el resto, (tengo dos pendientes todavía).