viernes, 8 de abril de 2011

Me sobra gente...

Con esto de que me caso me ha ido pasando algo muy curioso, al menos a nosotros nos ha parecido curioso, porque jamás se nos ocurriría hacerlo.

Hay gente a la que le decimos que nos casamos para que vengan, a nuestros amigos, nuestras familias y esas cosas...

Pero también hay un grupo de conocidos, como antiguos compañeros de la universidad o de algún trabajo, con los que te ves de vez en cuando...amigos de tus amigos con los que coincides un sábado o gente con la que sencillamente, ya no tienes tanto contacto como antes. Si no has pensado en ellos durante años, tampoco lo has hecho para que vengan a la boda.

Cuando te ves con los del segundo grupo, la pregunta clave es "¿Y a ti cómo te va?"...¿no vas a decir que te casas? pues claro, pones al día a los demás...

Y entonces ellos dicen algo así como, "¿Y cuando es la boda?¿En Junio?¡Bien, me viene GENIAL! Voy a apuntarlo en la agenda. ¿Y la despedida para cuando?"

Te quedas con cara de gilipollas ojiplático, sin saber muy bien que decir... sonríes, (como un perro), y no le sacas de la confusión porque te ha dejado tan cortado que no sabes cómo actuar...

OK, asumo nuestra gran parte de culpa en todo esto, ya tenemos el marrón de decirle a unos cuantos que va a ser que no, que no cabe más gente en la carpa...

Pero es que la peña tiene más cara que espalda. Yo no me auto-invito a una boda ni borracho, (además, en la mayoría de los casos es un marrón).

Una vez, se lo dijimos a uno de esos amigos con los que ya no tienes relación y su respuesta directa fue, "¡Estaremos invitados, ¿NO?!"... Yo tardé como 2 segundos en reaccionar de lo sorprendido que me dejó.

Una compañera de trabajo de mi novia le preguntó delante de José, (nombre ficticio), "¿A José le invitaras a tu boda, verdad?" Resultó que sí le íbamos a invitar, pero imaginemos por un momento que no fuera así...estos compromisos en los que te pone la gente no los entiendo, a parte de la poca educación que demuestran algunas.

Al final tenemos un recuento de unas 20 personas superior al inicial...tenemos que hacer algo...

4 comentarios:

  1. Cariño, son 38 más, no 20... De ahí el marronaco!

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  2. Jeje, yo sólo intento ser optimista...

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  3. Nada, nada, de ahí salen 44 mesas de "sobras", mesas supercuriosas donde nadie conoce a nadie y donde no hay prácticamente nexo de unión. Estar en esas mesas es algo apasionante.

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  4. Yo lo que no quiero es estar cerca tuya guarron, que ahora que me he pelado me miraras con ojos (aún más) lascivos.

    Lo mejor para esos casos la táctica del principe de bel-air:
    -Que de un paso quién esté invitado a la boda
    (y le agarras para que no se mueva)

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