lunes, 1 de agosto de 2011

Fin de semana de perros

Este fin de semana, que prometía ser entretenido, lo ha sido más de la cuenta.

Nos fuimos a Cádiz a ver a la familia.

Hasta ahí bien.

Después de correr y por poco perder el AVE, de camino nos enteramos del fallecimiento del hermano de un amigo y compañero de mi padre y muy querido por todos.

Tras el palo, nos hizo un fin de semana gris con viento y sin mucho sol... pero decidimos que eso nos nos iba a importar y nos hicimos un Sábado normal y corriente...

Ya el Domingo, decidimos salir con tiempo por los atascos... y al ir a arrancar el coche de mi hermano, no tira.

Nos hace ese ruidito lastimero de un motor que no puede ponerse en marcha, que es el equivalente mecánico del llanto de un perro...la batería se había descargado durante la noche y estaba totalmente seca.

Nos pusimos a empujar, pero no había manera de hacer que aquello arrancara...rendidos despues de que dos coches nos hicieran  un "biberón" sin resultado, decidimos llamar a la grua. Mi hermano mira estupefacto como al llamar, y para sorpresa de todos, se le jode el móvil...porque todos los males vienen juntos.

Entre la sorpresa y la risa, decido que la mejor opción es ir corriendo al piso de mis padres y bajar urgentemente unas cervezas para esperar al tipo de la grua, y eso hago, convirtiéndose en, (posiblemente), la mejor decisión de la mañana.

Menos mal que pudimos cambiar la tarjeta a otro movil y la grua acabó por conseguir que el coche arrancara...

Ya de vuelta en Sevilla y cambiando un buen restaurante donde pensábamos comer por el Telepizza de la esquina, ya nos montamos en el AVE de vuelta...

Esto de ir un fin de semana fugaz se puede convertir en una pesadilla de las buenas, aunque al final no haya sido todo un desastre y nos lo pasaramos bien, creo que era de esos fin de semanas que nos deberíamos haber quedado en casa...

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