Hoy, día de mi cumpleaños, he decidido empezar este blog en respuesta al de mi novia...
Nos casamos dentro de 89 días. Preparar la boda está siendo una aventura de la que estamos disfrutando mucho los dos...y ella, en una exaltación del momento, creó su blog para contar esas pequeñas cosas que va descubriendo y que la hacen feliz... detalles que le despiertan una sonrisa.
Yo por mi lado, he decidido relatar esos detalles, tanto de la boda como de la vida cotidiana, aquellos detalles que me despiertan ese otro tipo de sonrisa.
La Sonrisa del perro, esa que viene acompañada de una mueca, con los ojos en blanco y negando la cabeza cuando ves algo y no puedes evitar sentir odio, rabia e impotencia.
Son esos pequeños detalles que más que alegrarte, te joden el día, como encontrarte el espejo retrovisor del coche roto, sólo porque vives cerca del campo de fútbol de un equipo que anoche perdió el partido.
Así que sin ánimo de ofender a nadie, (y menos a mi novia), según me ocurran/me acuerde, descargaré aquí todo lo que se encuentra detrás de esas sonrisas forzadas que todos sufrimos muy a nuestro pesar.
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