Ayer recibí una llamada al móvil que a nadie le gusta recibir.
Me aparecía el número, que no reconocí, pero descolgué y escuché mucho ruido de fondo y un: "¡Hola! Ya estoy aquí... ¿dónde estás?"
Mi respuesta fue: "¿Quien eres?" y oí un pequeño CLICK!
Resultaba que era uno de mis mejores amigos de toda la vida que llegaba a Barajas desde China y con el que yo, dos semanas antes, había quedado en ir a recoger para llevarlo a Atocha a coger el AVE a Sevilla.
No sólo habíamos quedado, sino que dos días antes me había puesto un mail para que no me olvidara...cosa que no funcionó.
Yo estaba en casa currando y no podía hacer nada, así que le tuve que indicar cómo ir en metro cerca de mi casa para poder ir andando a por él e invitarle a un café al menos. Menos mal que teníamos tiempo, por lo menos estuvimos un rato juntos charlando y esas cosas que hacen los viejos amigos... además se tomó mi despiste con humor, pero creo que entre las 10 horas de vuelo y el jet lack, no se daba cuenta de muchas cosas.
Pero vamos, yo, me cubrí de gloria. Fue justo en el momento de ese CLICK, en el que se me colgó el cartel de "PEOR AMIGO DEL AÑO".
Está claro que mis amigos me quieren con toda su alma si aguantan semejantes desplantes como este...
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