jueves, 13 de octubre de 2011

PIM PAM PUK

Ayer, como era fiesta, hicimos lo que un día de fiesta se merece... limpiar la casa, poner lavadoras tender, destender, cambiar la arena del gato, ordenar, preparar comidas...un día de fiesta.

Como teníamos un cumple por la tarde, nos fuimos al cine para hacer algo a las 16:00.

Eramos 2 parejas en el cine, nosotros y la madre y la hija más gilipollas pesadas que pudimos encontrar, justo detrás nuestra en una sala vacía y sin dejar de comentar cada momento de la peli... debemos ser imanes para tener gente de este tipo cada vez que vamos a ver una película tranquilos.

En un momento dado, me rasco el dedo del anillo y podéis imaginar la cara de pánico que puse en la oscuridad al escuchar un musical "TLINGTLINGTLING" mientras mi alianza de boda rodaba por la sala.

Con el corazón asomando por la boca al ritmo de un acelerado reggetón, me puse a gatas para buscarlo como el mismísimo Gollum susurrando "MI TESOROOO". Tenía el móvil apagado para la peli, así que traté de encenderlo...al ver que tardaba mucho, cogí el iPod y lo usé de linterna.

El anillo no había ido lejos y muy feliz, lo recuperé fácilmente, pero el susto me duró un buen rato, a parte del careto que me puso mi mujer, diciéndome que si me quería divorciar había formas más elegantes...

El resultado de todo esto es que me guardé el móvil en el bolsillo sin bloquear... en la pantalla donde te pide el PIN. Ahora tengo el teléfono bloqueado pidiéndome el PUK, que evidentemente no me sé.

Me queda una tarde entretenida buscando la caja de aparato del demonio en el trastero...

Malditas pantallas termo-táctiles...

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