Ayer, volviendo de currar en el autobús, una señora subió en silla de ruedas, se enganchó en los sitios reservados y hasta ahí bien.
En un momento dado en el que el conductor giró un poco brusco, se soltó el freno de la silla y la señora se fue rodando al otro extremo del autobús.
Yo me asusté del golpe y me levanté dispuesto a ayudarla...pero ella me paró con un gesto y dijo, estoicamente "YO PUEDO".
Estuvimos como 10 minutos escuchando como rodaba de un lado a otro descojonada de risa y gritando "uuuuUUUhhUUUuuuuu" cada vez que pasaba.
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