Hay muchas cosas, (y sobre todo gente), que no soporto de mi trabajo.
Pero hay dos en especial que no puedo aguantar y que me llevan los demonios. De una de ellas no voy a hablar por educación, (entre otras cosas, porque no es una cosa). Pero la otra, bajo mi punto de vista, clama al cielo:
¿Es tan dificil mantener aireado un espacio de trabajo?
Yo curro en una oficina que tiene dos plantas y en la 1ª planta...cómo decirlo...huele.
Pero huele mal.
Mal que te cagas.
Huele a gente, a carne sudor y pelo mojado. Huele a cerrado, a sótano chungo de peli de miedo, huele feo, huele a choto, huele a que no se limpia, a cosas mezcladas...es un horror cada vez que tengo que bajar al baño, (gran fuente del olor) o a preguntar algo a alguno de mis compañeros, sufridores ellos en 1ª persona de este hedor tan característico de discotecas recién cerradas...pero no de una oficina.
No sé si habrá algún problema de cañerías o que la que limpia no limpia, pero es desagradable.
De estas cosas que te echan las cejas abajo cuando entras, y te arrugan la nariz.
Menos mal que yo curro arriba y no lo sufro tanto.
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