Mi plaza está en el -3 y es un garaje tan estrecho que me obliga a maniobrar en cada curva y cada rampa, por lo que aparcaba de culo al resultarme mucho más fácil.
Un día coincidí con el vecino que aparca a mi lado, un BMW pequeñito. Cliché de hombre bajito y feo con novia operada que suple sus complejos con un cochazo.
Con una sonrisa en la boca pero no en los ojos, (sonrisa de perro), me dijo que me fijara en los demás vecinos de otras plantas que en mi sitio aparcan de frente y que yo debía hacer lo mismo para no dejarle "atrapado".
Él aparca al lado de una columna, y si lo metiera de frente podría salir sin problemas... pero dada la cara de pocos amigos con la que me lo dijo, pues yo empecé a aparcar como me dijo, cosa que me resulta realmente tedioso.
Hoy, me he encontrado esto enganchado en la puerta:
Menos mal que es Viernes...
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