lunes, 11 de junio de 2012

Paseos inútiles

El Jueves pasado me pidieron un nuevo presupuesto para un nuevo vídeo los mismos que me habían estado mareando la última vez.

Como al final todo salió bien, acepté volver a trabajar con ellos, ya que en realidad, los que habían dado problemas fueron los clientes, no la agencia de publicidad...

El caso es que me mandaron un guión bastante ambiguo, con lo que miré la dirección que me habían dado y les propuse una reunión en sus oficinas, que es más fácil un cara a cara.

Allí que fui a la hora acordada, pero al llamar, no me abría nadie... insistí un poco, pero como me dijeron que tenían una reunión antes que la mia y al ver que el edificio era minúsculo, supuse que estarían fuera en dicha reunión.

Esperé unos prudentes 10 minutos, y al ver que no llegaba nadie, empecé a llamar a la persona con la que había hablado...

Tras media hora comunicando, por fin logro hablar con esa persona...y al explicarle la situación, se sucedew más o menos este diálogo:

- Ya estoy aquí pero no me abre nadie...
- Pero ¿tú en qué calle estás?
- He venido a la dirección que me disteis.
- ¡Anda, pero si nos hemos mudado hace menos de un mes!, estamos en otra oficina...
- Pero es la dirección que me habéis dado...
- Es que a veces me confundo porque es la dirección de facturación...

Con lo que me fui a mi casa con una inflada de pelotas olímpica, ya que no me daba tiempo a llegar a la nueva oficina antes de que se fueran a comer...

Al final lo solucioné todo por teléfono... les mandé el presupuesto y me quedé a la espera...todo para decirme ahora que lo hacen ellos, que mil gracias... Bueno, unas veces se gana y otras se pierde, así es este juego.

Pero la media mañana que perdí para mi se queda... eso, y la cara de gilipollas imbécil que llevé todo el camino de vuelta...


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