Llevé churros al trabajo, vinieron a casa mis suegros por la tarde, regalitos y tarta.
Pero qué tarta señores...
Gracias a mi amiga Cristina, que se nos está aficionando mucho a la repostería, tuve una tarta personalizada de Star Wars, (cómo no), emulando a mi tatuaje y con sus galletitas a juego. Me hizo mucha ilusión el detalle la verdad, y desde aquí le mando un beso enorme, que seguro que cuando lo lea se sonríe y se sonroja.
Por otro lado, el mejor regalo sin duda fue la lluvia de postales que mi mujer se ha dedicado a recopilar para que en este día tuviera a los míos cerca..
Cerca de cincuenta postales de mis amigos, mi familia incluso de antiguos profesores del cole, contando anécdotas y recuerdos, que me encontré recién levantado, "tendidas" en el salón. Podéis verlo todo AQUÍ.
http://chicasdeblancoconbandasazules.blogspot.com.es/ |
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